martes, 15 de febrero de 2011

sector A escalera 15 departamento 47

Ahora son casi las siete de la mañana, se empiezan a escuchar las primeras alarmas en el barrio, en 20 minutos, a las siete en punto, se escucharán los primeros chiflidos con los que se llaman los amigos para ir a trabajar, es una vida que escucho de vez en cuando, cuando por h o por b nos levantamos un rato antes de lo acostumbrado.
Me gusta mi barrio, está lleno de gente de verdad con historias tristes pero reales y que a pesar de todo, siguen luchando por ser felices. Como los del departamento 47...
Por supuesto que su principal obstáculo son ellos mismos, porque nadie toma como empleado a un alcohólico redomado (al margen de su deseo de seguir siendo dueños).
La historia es así: se conocieron de pibes, se casaron, sus padres les regalaron una casa en pleno barrio Jardín... el padre de él tenía un negocio muy bien puesto, el chico trabajaba para el padre, no con el padre, sino para él, como un empleado más... hasta que el padre murió.
Sólo para llevar el negocio adelante, sin tener la formación necesaria para hacerlo, contando de repente con mucho dinero en el bolsillo, sin poder hacer participar del negocio a su mujer (por problemas con su  hermana) perdió el control, las cosas se le fueron de las manos y sin saber como se fue todo al carajo, eso, más el abuso de sustancias, más el desamparo y la descontención (ambos padres, fuertes referentes de los jóvenes, estaban muertos, pero la muerte es algo que debe ocurrir, y nuestros hijos, ya adultos, debieran estar preparados para nuestra ausencia), llevaron a que acabara como acabo: en desastre.
Tomándose en drogas y alcohol lo que les quedaba en la vida, peleando entre ellos en vez de pelearla juntos, embrutecidos por el peor de los vicios, se separaron por problemas de violencia familiar, por unos años.
Hasta hace poco que se juntaron de nuevo, vendieron la casa y se compraron ésta acá en el barrio, mucho más barata, y con lo que quedaba consiguieron un localcito para reparación de celulares (el nuevo gran negocio mundial) que labura ella, sólo por la tarde, por que por la mañana no puede levantarse, y porque (agrego yo) sería injusto que este las 18 hs despierta del día adentro de un local. También recuperaron un taller en el interior, donde tienen un torno muy regio, que trabaja el cuando se pone las pilas... que no es tan seguido como necesitarían...el futuro para ellos, es más incierto de lo que suele ser.

...Y es que el mundo está jodido, pero es más jodido si se te tuerce la vida...
              ...es como un alambre, para enderezarla hay que hacer mucha fuerza, y nunca queda bien del todo.